En París, un padre se enfada con
su hija durante el desayuno por haber derramado la leche. En Chitungwiza, un niño llora porque se
le ha escapado la cabra a la que cuidaba y no sabe si la podrá encontrar. En
Kuala Lumpur, un abuelo se descorazona por no poder levantarse de la cama tras
un ataque de artritis. En Chicago, una joven llora desconsolada porque su novio
la engaña con su mejor amiga. En la bahía de Sidney, un buceador se desespera
porque se le termina el oxígeno y no tiene suficiente para la descompresión. En
Tokio, un hombre se sube al quicio de la ventana de su oficina tras enterarse
que las acciones de su compañía caen en picado. En El Cairo, una mujer llora en
silencio tras conocer que su hijo padece cáncer de piel. A bordo de la Estación
Espacial Internacional, un hombre siente una punzada de dolor lacerante en su
abdomen.
Tras ocho minutos, todo cambiará.
Nunca sabrán que el Sol se ha convertido en una gigante roja que engullirá la
Tierra y toda vida desaparecerá.
¡Muy bueno! Y qué final, te sacude (para bien) con un cachetazo que te deja con la boca abierta...
ResponderEliminarGenial.
¡Saludos!
Hola Marisol, me ha encantado el micro. Cosas de internet he acabado en este puerto y me quedo.
ResponderEliminarInvitada quedas al mío y quédate si algo te gusta.
Saludos, te persigo literariamente.
http://montesinadas.blogspot.com.es/