domingo, 25 de diciembre de 2011

Un Autoepitafio... para abrir boca

Una propuesta surgida desde "La espada oxidada"
Supe como sabe la miel de los abrazos
escuché el rumor de las olas en los acantilados
me calenté ante las llamas de las chimeneas
me congelé en los bosques de Marte
de mi imaginación.

Bebí los mejores vinos
leí buenos libros
escuché la mejor música
me atreví a escribir historias
y amé.

Caí una y mil veces
y volví a levantarme
testaruda  y tenaz
y siempre ilusionada
Sonreí y lloré,
pero sonreí más
disfruté más,
 amé más, mucho más.

6 comentarios:

  1. Siempre hay que sonreír a la vida y no dejar que las lagrimas se apoderen de ella. Muy bueno tu epitafio.
    A mi también me gusta pensar que hay vida en otros planetas y que con desearlo e intentarlo con todas las fuerzas los sueños se cumplen. Pero lo que mas me gusta es hacer sonreir a alguien. Me gusta tu sonrisa. Me quedo.Un bessito

    ResponderEliminar
  2. Dicen que quien sonríe duerme mejor,
    que pases unas felices fiestas
    feliz año 2012.
    un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Hola Marisol, me ha alegrado mucho encontrar todavía epitafios de la propuesta de Manu.

    Me gusto mucho tu epitafio porque es un canto al Carpe Diem

    Un abrazo muy vivo

    Lilliputiense

    ResponderEliminar
  4. Después de tanto disfrute, señorita Marisol, toca morirse. Espérame sentada que va para largo, yo aún tengo que catar algunas mieles.

    Abrazos vivitos y coleando.

    ResponderEliminar
  5. Si, bonito canto a la vida, incluso como epitafio. Un saludo

    ResponderEliminar
  6. Muy buen epitafio.

    ¡Y suerte con el blog!

    Saludos.

    ResponderEliminar